miércoles, 19 de octubre de 2016

Algo muy grande




#Tebanos
Un día vamos a hacer
algo muy grande.

Algo que va a resonar
firme en la eternidad
del Universo.

Pero ese día sin tiempo
ni calendario
ya fijado en el firmamento
de la Humanidad
va a ser apenas un suspiro
de Dios
que habrá que integrar
con humildad en el devenir
de los días cotidianos.

Pues solo la disolución
de la grandeza
en la cotidiana tristeza
tiene sentido en nuestra historia.

Lo grande es imposible
de medir sin la existencia de lo pequeño.

Algo muy grande,
algo inolvidable.

Algo que cuando ya no estemos
una estrella
el cordón umbilical de un gusano
cósmico
el agujero negro de una medusa
incluso una lluvia térmica más allá
del horizonte de los Comodoros
o de las últimas luces de Andrómeda,
dará cuenta de lo que fuimos
de lo que quisimos latir
de lo que siempre seremos
en la memoria de Dios.

Jamás hemos importado
menos que ahora
y sin embargo la TIERRA
nos dicta
con caligrafía compasiva
el olor de nuestras grutas.

Quizás todo ya ha ocurrido.
Y lo hicimos.
Algo grande, algo realmente grande
que sigue resonando tan fuerte en la eternidad
que nos parece que todavía tiene que pasar.

Otros fuimos en otro tiempo
y en otra dimensión.

Otros somos.
En este verso.
En esta aurora revelada.
En la humedad del porvenir.

Y ahora, de nuevo, volvemos
a ser su FE y su ESPERANZA.

Nuestra FE y nuestra ESPERANZA.

Como el milagro
de una lágrima.



BSO, Across the universe, por Rufus Wainwright

miércoles, 5 de octubre de 2016

Última parada: Seguir



A Consuelo Trujillo,
que siempre que te acercas a ella, te abre la puerta de lo extraordinario.

Cuando tocas lo extraordinario
luego se hace difícil
volver a la humildad
de la propia vida,
haciendo ver como
que no ha pasado nada,
como si no te hubieras
encontrado de frente
con lo que eres
con lo que puedes llegar a ser
-quizás no ahora mismo
quizás un poco más adelante
quizás no siempre solo a veces-.

Entonces recolocas
la hora del despertador
cambias la canción
vas a la peluquería
a que te corten el pelo
en plan Dalila
abres la ventana
y te dices con cierto fastidio:

- Jódete, que además
hay sol.

¿Será que todo lo experimentado
ha sido solo el reflejo del sudor
en el lago de la verdad?

¡Anda que no!

No sabes si olvidar si recordar
si olvidar recordando si recordar olvidando
o darte un sopapo en plena nostalgia
en el corazón de ese sopor lento
con el que tropiezas a cada rato.

Suerte que en tu desesperación
por regresar a la antigua calma
has abierto todas tus libretas
y has encontrado
una frase que te regaló NER
en su libro de memorias.

Las cosas nunca volverán
a ser lo que eran
pero pueden ser buenas.

Y en un rapto de fe
te dices a ti misma
¿y si fueran mejores?

Esto no ha hecho más que seguir.


(*) Foto de Gertrudis Losada.

BSO, The sound of silence, by Simon & Garfunkel