viernes, 8 de marzo de 2024

TE QUIERO EMOCIONAR


(*) Passeig de Gràcia de Barcelona, viernes 8 de marzo de 2024. 
Momentos antes de la manifestación.


Te quiero emocionar.

 

Para que te mojes,

para que mojándote

se ablanden tus resistencias

y te abras

y vengas desnuda de dolor antiguo

y regales tus lágrimas fe

y encontrándome en tu mi camino

en los balcones celestiales

se brinden a la sombra nuestros Ángeles de la guarda.

Los mismos que han hecho el laborioso trabajo

de indicarnos una y otra vez

una y otra vez

-cuando nos desviábamos del encuentro-

la dirección hacia la salida de este laberinto.


Y cuando enfrente te tenga:

Voy.


Voy directa a penetrar tu pecho,

a rescatar tus besos redichos y tus jugos gastrosentimentales,

a sembrar de saliva tu garganta o tu vagina,

a recorrerte entera con la punta de mis galápagos

y el palpitar de mi sexo.


Voy a beberme tus penas

tus sinsabores

tu esfuerzo y tu lucha

tus residuos radioactivos de tanto activarte

en las madrugadas solitarias

sin luna que llevarse al ombligo.


Voy, voy, voy.


Voy a envolverte como una araña atrapa

el preciado espíritu de una nueva raza de saltamontes.


Y tú vas a desearme con el ímpetu

de la ola muriendo en la orilla

y la poesía del loco que viendo a Dios

lo esculpe con su palabra indomable.


Y ese día ya se acerca.

Lo anuncian desde lo alto

las trompetas del destino.

Será un plácido día de lluvia

entre marzo y junio de un año que ya recuerdo,

justo antes de que los cielos se rompan

y empiece el penúltimo diluvio universal.


Lista estoy para morir contigo.

Llevo toda la vida preparándome.

Para el principio, para lo del medio, para el final.

Siempre que se muere hay una oportunidad

de renacer.

Renazcamos juntas todas las veces, siempre, amor.


Morirme contigo en la carne

o en el lenguaje de la ternura

que enhebra el hilo de las miradas

encendidas desde el alma.


Morirme contigo en la fatiga

de cualquier aurora.


Morirme contigo

y matarme de ti hasta la médula.


Por eso, ir.

Por eso, voy.


Voy, vas, vamos.


Estación amor,

vamos llegando.


Barcelona, viernes 8 de marzo de 2024.


martes, 21 de marzo de 2023

De las cuevas venimos

 

 
Nosotras venimos de las cuevas,
de cuando nos encontrábamos
a oscuras las noches de nieve
y fuego
y nos cogíamos de la mano
y nos arrambábamos contra la roca.

Yo te recuerdo tibia y temblorosa
contra el centro de mi pecho,
con la saliva hirviente
humedeciendo el deseo.

Era la época de los viejos dioses,
de la Gran Diosa.

Era la época en que no existía el amor
solo el calor de los cuerpos
y la lealtad sin límites.
 
Era la época de la supervivencia,
no de la moral.

Eran los tiempos de los nombres
a la carrera y en gorgorito gutural,
de las hijas de todas,
de los gritos y el trance conjurando el Nuevo Amanecer
y de las ofrendas en carne viva.
 
Fue la época en que nos pintábamos la cara con sangre y cal
y nos inmortalizábamos en las paredes de las grutas,
espacios sagrados de nuestros templos.
 
Tú yegua, yo mamut,
y todavía hoy se preguntan 
por nuestro misterio.
 
Anda, atiende a mi olor
que es nuestra llamada de los huertos.
 
Prepárate, amor, que rugen ya las fieras,
otra vez,
dentro, dentro, dentro...

BSO. El bolero de Ravel, con coreografía de Maurice Bejart.

domingo, 29 de enero de 2023

Aquí estoy

 

Hace tiempo

que no enciendo la luna,

¿o era incendio?

No lo sé.

Ahora pongo velas

a la oscuridad

y sigo pendiente

del trinar de los pájaros

y del tañer de las campanas

que anuncian nuevas etapas.


Y digo en silencio,

muy despacio

“aquí estoy”.


BSO. Adagio, Albinoni.

(*) Fotografía de Lola Roig.


martes, 28 de junio de 2022

Casi todas, ¡qué alegría!

 

 
Ah, la vida corriendo por las venas
y de nuevo viendo la belleza
en todos lados.

Enamorada, otra vez, de casi todas.

La bibliotecaria, ¡qué mirada!
La cajera del súper, ¡qué amabilidad!
La conductora del metro, ¡qué audacia!
La alumna de ingeniería, ¡qué sonrisa!
La enfermera, ¡qué humanidad!
La cantante del metro, ¡qué energía!
La recepcionista, ¡qué voz!
La corredora del río, ¡qué determinación!
La figurante de la serie, ¡qué presencia!

Todas, casi todas, 
podríais acompañarme en este tramo
de mi carrera,
pero aguardo paciente
a aquella que camina sin prisa
y va a llamarme
-todavía no sé cómo-
para que me detenga,
mire, reconozca y sepa. 

¡Ah, la vida corriendo por las venas
 y cuántas mujeres bellas!

domingo, 20 de marzo de 2022

Con el tiempo

 


Con el tiempo,
aprendes que en la renuncia
a menudo anida el descanso,
aprendes a no esperar nada
de nadie -sin ansia ni reproches-,
aprendes que lo más importante
es el momento presente,
aprendes que el amor de tu vida es el actual,
aprendes que la mayoría de mensajes
que recibes no son nada personal,
aprendes que la verdadera humildad
se halla en el silencio
y el anonimato,
aprendes que todo esto va
de vivir una experiencia humana
que encuentra el sentido
de las cosas en la verdad del corazón.
Y al final,
sabes
a ciencia cierta
que la simplicidad,
la paz de espíritu
y el equilibrio
son las grandes conquistas.
 
 
(*) En la línea azul. Barcelona, jueves 17 de marzo de 2022.

jueves, 29 de julio de 2021

Al otro lado del río

 


Hay gentes resistiendo al otro lado del río.


Hasta aquí llegan sus cánticos de amor y de guerra.


En los raíles el sufrimiento diamante.

En el chirriar de las vías el posible hundimiento.

En las libretas que no escribo el dolor infinito de mis hermanas.


Correspondencias del infierno.

No queremos entrar,

queremos salir.


¡Abrid puertas para los héroes!

¡Abrid puertas para las hermandades de la bondad!

¡Abrid puertas para el amor!


Pero dadles una espada,

una navaja, una pistola

a los esclavos que ya no tienen piedad.


Ellos que han sufrido las calamidades del averno 

han adquirido el derecho a la venganza.


Y que Dios nos asista

en el Nuevo Amanecer.


Y que los Ángeles cuiden

los umbrales de la Luz Pía.


Y que los demonios no abandonen

su arado con estiércol.


Todos somos necesarios

en el Nuevo Mundo.


miércoles, 18 de noviembre de 2020

A la vida le agradezco

 


Vengo de una época

en que mi abuela

me llevaba con ella al monte

para que pastaran las vacas

y al huerto para regar;

y sacaba una zanahoria

de la tierra, la lavaba

en el pozo y me la daba

para que la comiera.


Quizás por eso me emociona

el discurrir del agua del río,

el vuelo majestuoso de las urracas,

los saludos locos de los perros

que leen mi aura

e incluso la bofetada del viento

que despierta cualquier ensimismamiento

que pueda provocarme absentismo

en mi caminar.


A la vida le agradezco muchas cosas

pues veo más fortuna que golpes

en mi biografía y los golpes los considero

parte del trato,

del recitar de mi cuerpo

en el pentagrama

de lo que me ha sido dado;

así que, puestas a admitir

ensanchamientos de entendederas,

los golpes me han enseñado

bastante más que las caricias,

aunque, por supuesto, los unos sin las otras

hubieran afeado el paisaje superficial.


A la vida le agradezco, por ejemplo,

tener pueblo, y no uno, sino tres.

Un privilegio que honra todas mis raíces.

Flariz de Monterrei, Santa Coloma de Gramenet

y Santa Maria de Palautordera

son lugares a los que volver

a tocar origen, historia, sintonía

con el refugio necesario

que impone a veces el vivir

por obligación y no por libertad de acción.


Le agradezco la familia

que me causó bondades y los traumas

que mi carácter precisaba

para encarar el camino en el que todavía

estoy y para el que sigo preparándome.


Le agradezco las amistades

que vinieron para quedarse

como manos con las que guiarse

en la oscuridad de los huecos del alma,

y las amistades que se fueron,

porque dejaron espacio para las nuevas

que van llegando.


Todo fluye y nada es eterno

hasta el traspaso.


Le agradezco las lecciones amargas

y todas mis experiencias malogradas

porque mi espíritu es navegante

que despliega sus velas

a partir de las tormentas.


Pero sobre todo a la vida le agradezco

despertar cada mañana

con el corazón henchido de esperanza

después de haberla perdido

durante mucho tiempo.


Por eso, amiga, amigo, lector, lectora,

tú que ahora recorres estos versos,

me permito la osadía de un consejo:


- Pase lo que pase, agradéceselo a la vida.

Si sobrevives, aprendes a vivir.



Santa Coloma de Gramenet, martes-miércoles, 17-18 de noviembre de 2020.