jueves, 24 de abril de 2014

DECÁLOGO PENSAPOÉTICO

Ilustración de Rafael Arjona 
Poemario Algún lugar en el mundo, de Laura Freijo


DECÁLOGO PENSAPOÉTICO

1.- Buscarás incansablemente la originalidad.

2.- Encontrarás siempre la mayor sencillez del verso.

3.- Dirás siempre lo que se necesita decir. Tanto si es propio como ajeno.

4.- Afinarás, más que la voz, tus cuerdas vocales pensapoéticas para cantar con adecuado aliento cualquier relieve que destaque en la mirada del infinito o en el panorama de lo vulgar.

5.- Cada pensapoamiento encierra un mundo, un universo, una cosmogonía que puede o no ser propia del pensapoador/a pero siempre es un mundo, un universo, una cosmogonía de auténtico rigor del alma, de la vida, del mundo que nos rodea, tanto por dentro como por fuera. Vida onírica, deseada, inventada, vivida, ¡vívida! para el pensapoamiento antes que para el/la pensapoeta.

6.- Todo lo pensapoemado es susceptible de ser pensapoamado.

7.- Auscultarás con oído sensible el latido del pensapoamiento y bogarás siempre a favor de su corriente natural. Incluso cuando su forma y/o contenidos puedan considerarse nulos, obsoletos, pasados de moda, exentos de estética y de poética burda. El pensapoamiento necesita nacer y manifestarte y te ha escogido a ti como canal transmisor: no le falles, no lo niegues. Escríbelo para el papel, recítalo para el mundo.

8.- La imperfección es la perfección: belleza auténtica, genuina, absoluta.

9.- Corrige siempre los lugares comunes a no ser que la suma de ellos dé como resultado el mapa de un nuevo emplazamiento poético cuyo destino sea la creación de un nuevo alumbramiento, bien sea de un pensapoamiento o de un/a pensapoador/a o, incluso, de una nueva corriente poética.

10.- Regala todos aquellos pensapoamientos que precisen de libertad y audiencia. Al final, un pensapoamiento no es solo de quien lo escribe sino de quien lo necesita.

Estas diez reglas pensapoéticas se resumen en dos: cultivarás la rosa aun cuando la corola desfallezca y solo brillen sus espinas y afirmarás tus pies en el suelo del delirio pensapoético aun cuando la metáfora sea inexistente y la alegoría pretenda un aleluya imposible.


Santa Coloma de Gnet. Lunes de Pascua, 21 de abril de 2014

Laura Freijo Justo

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