jueves, 29 de octubre de 2015

La música celestial del escriba




Me sueño a mí misma
para ser siendo en un mundo
que es tiempo
donde confluyen
los pájaros, las civilizaciones
y la esperanza.

Soy en la medida que me voy escribiendo.
Que es la otra forma que tenemos
los escribas
de soñar, de soñarnos
de darnos nuevas oportunidades
ante puertas que pueden abrirse
con canciones.

La música de las palabras
nos acompaña.

Pero no hagáis caso a la música
de cualquier escriba.
Somos a veces instrumentos
de lentos mensajes
que no alcanzamos a comprender.

Salimos con los ojos vendados
por la fuerza de nuestros cabellos
y nos gusta demasiado trotar
a lomos
de la incertidumbre
de algunas historias.

Nuestro compromiso es el arduo
impagable trabajo de nuestra firma
una vez que en la sombra
del éxtasis aprobamos
esa música.

BSO,  Sempre libera - La Traviata de G. Verdi - Anna Netrebko

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