Sálvate tú, no me enredes en tu navío
Ni en tu forma de mirar por la ventana
Ni en esa cosa que te sale por las mañanas
cuando te imaginas hijo de Tarzán y Jane.
¿Cómo decirte que mi camino
carece de esos socavones que te empeñas
en rellenar con tu alquitrán?
¿Qué te hace pensar que cuando
digo que soy feliz, te miento?
¡Que no quiero ir adónde tú vas!
¡Que quiero caminar como me de la gana!
¡Y caerme y levantarme
las veces que sean necesarias!
¡Que me gusta aprender equivocándome!
Sálvate tú, brother, sister,
que hace mucho rato
que desterré tus miedos.
¡Que tus miedos y tus precauciones
son tuyas!
La violencia que a veces me contemplas
es el amor que no me dejas expresar.
Amor por esa mariposa blanca
Amor por esa flor de cactus
Amor por el tañir de las campanas de mis pueblos
Anda, ve y sálvate tú.
Para mí el discurrir del viento
y el afán del agua por bombear
mi centro, que mis sueños dejaron
de importarme hace ya algún tiempo.
Sálvate tú, brother, sister,
que yo disfruto del cauce de mi verdad.