#Tebanos
Un
día vamos a hacer
algo
muy grande.
Algo
que va a resonar
firme
en la eternidad
del
Universo.
Pero
ese día sin tiempo
ni
calendario
ya
fijado en el firmamento
de
la Humanidad
va
a ser apenas un suspiro
de
Dios
que
habrá que integrar
con
humildad en el devenir
de
los días cotidianos.
Pues
solo la disolución
de
la grandeza
en
la cotidiana tristeza
tiene
sentido en nuestra historia.
Lo
grande es imposible
de
medir sin la existencia de lo pequeño.
Algo
muy grande,
algo
inolvidable.
Algo
que cuando ya no estemos
una
estrella
el
cordón umbilical de un gusano
cósmico
el
agujero negro de una medusa
incluso
una lluvia térmica más allá
del
horizonte de los Comodoros
o
de las últimas luces de Andrómeda,
dará
cuenta de lo que fuimos
de
lo que quisimos latir
de
lo que siempre seremos
en
la memoria de Dios.
Jamás
hemos importado
menos
que ahora
y
sin embargo la TIERRA
nos
dicta
con
caligrafía compasiva
el
olor de nuestras grutas.
Quizás
todo ya ha ocurrido.
Y
lo hicimos.
Algo
grande, algo realmente grande
que
sigue resonando tan fuerte en la eternidad
que
nos parece que todavía tiene que pasar.
Otros
fuimos en otro tiempo
y
en otra dimensión.
Otros
somos.
En
este verso.
En
esta aurora revelada.
En
la humedad del porvenir.
Y
ahora, de nuevo, volvemos
a
ser su FE y su ESPERANZA.
Nuestra
FE y nuestra ESPERANZA.
Como
el milagro
de
una lágrima.
BSO, Across the universe, por Rufus Wainwright
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